sábado, 12 de enero de 2008

Síndrome de la clase turista


En 1998 fue acuñado el término de Síndrome de la clase turista para describir la relación entre el viajero y la trombosis venosa, asociada a la inmovilidad de viajes prolongados, en especial los vuelos de larga duración, sin excluir los viajes prolongados en automóviles o trenes.

El Síndrome de la clase turista es la formación de trombos en las venas de las piernas. Esta patología, desconocida hasta hace unos años, afecta a más personas a medida que crece el número de viajes en avión. No obstante, puede producirse en cualquier tipo de desplazamiento superior a cuatro horas, aunque es cierto que el ambiente extremadamente seco del avión es un factor que incrementa la posibilidad de sufrir esta patología.

Este problema surje por la falta de movilidad en los viajes de larga duración, pudiendo ocasionar graves problemas circulatorios por la aparición de trombos (coágulos) en el sistema venoso profundo de los miembros inferiores, pudiendo aparecer días después.

Las venas tienen una pared delgada con una fina capa muscular y se comportan como un sistema de conducción y “depósito”. Los músculos son muy importantes para la circulación venosa en las extremidades inferiores, donde la sangre, va hacia arriba, es decir tiene que vencer la fuerza de gravedad. Al contraerse, los músculos oprimen las venas y expulsan la sangre hacia territorios más proximales.

No mover las piernas y estar durante un largo periodo en la misma postura, es el principal factor de riesgo para desarrollar esta enfermedad. También se ha relacionado la aparición de este síndrome con la duración del viaje, ya que aparece sobre todo en trayectos de larga duración.

También se relaciona la aparición de estos coágulos con la disminución de oxigeno a la que pueden estar sometidos los pasajeros del avión. Se pueden establecer factores de riesgo de padecer este síndrome en aquellas personas que por edad o por la presencia de alguna enfermedad tienden a permanecer inmóviles, padecen una menor masa muscular o simplemente tienen una mayor facilidad para generar trombos (coágulos).



Medidas de prevención:


  • Escoger asientos situados en el pasillo, ya que permiten mayor movilidad.

  • No colocar equipaje debajo del asiento delantero, pues reduce el espacio.
  • Dormir durante el vuelo con las piernas estiradas y relajadas.

  • Evitar la ropa ajustada.

  • No sentarse con las piernas cruzadas.

  • Beber mucha agua.
  • No tomar alcohol ni bebidas con cafeína antes y durante el vuelo.

  • Pasear por la cabina cada una o dos horas.

  • Realizar ejercicios de contracción y estiramiento de las piernas.

  • No tomar fármacos hipnóticos ni pastillas para dormir.

  • Las personas con alto riesgo de trombosis deben utilizar medias o calcetines de compresión durante el viaje.

  • Aquellas personas de alto riesgo trombótico deberán inyectarse U.I de herapina de bajo peso molecular el mismo día del vuelo (la dosis se establece en función del peso de la persona).

  • Tomar un comprimido de aspirina antes del vuelo, siempre que no existan contradicciones.

Ejercicios:

  • Círculos con los tobillos

  • Elevación de la rodilla

  • Rodilla hacia el pecho

No hay comentarios: